¿Cuánto consume una Smart TV? Guía completa para entender y reducir el gasto energético

Las Smart TV se han convertido en el epicentro del entretenimiento doméstico, acompañándonos en maratones de series, partidos de fútbol, videojuegos o como fondo mientras estamos en casa. Sin embargo, pocas personas saben con precisión cuánta energía consume realmente una televisión inteligente y cómo ese dato puede influir tanto en la factura eléctrica como en el impacto ambiental del hogar.

Saber cuánto consume tu Smart TV y cómo puedes optimizar ese gasto es la clave para administrar mejor el presupuesto familiar, reducir el consumo innecesario y contribuir a la sostenibilidad. Si te preguntas cuánto dinero te cuesta ver la tele, qué factores influyen en el consumo o cómo puedes ahorrar sin renunciar a la calidad de imagen y sonido, aquí tienes la explicación más completa basada en datos fiables y consejos prácticos.

¿Cuánta energía consume una Smart TV?

El consumo energético de una Smart TV depende de varios factores que convierten la respuesta en un cálculo variable según el tipo, tamaño y uso del televisor. No todos los televisores eléctricos son iguales ni impactan de la misma manera en tu factura.

En líneas generales, la televisión puede representar entre un 10% y un 12% del consumo eléctrico total de una vivienda, solo superada por electrodomésticos como el frigorífico. Según datos de la Red Eléctrica Española, un televisor medio puede consumir alrededor de 260 kWh al año, aunque esta cifra puede variar mucho según el modelo, el tiempo de uso, la tecnología de pantalla o el tamaño.

Pero, ¿qué significa esto en cifras concretas? Por ejemplo, si tienes una Smart TV con una potencia de 100 W (0,1 kW) y la utilizas 4 horas al día, el cálculo sería:

• 0,1 kW x 4 horas = 0,4 kWh diarios
• Si el precio del kWh es de 0,20 €, tu gasto diario sería 0,4 x 0,20 = 0,08 € al día
• En la práctica, una Smart TV puede costar entre 1,5 y 8,5 euros mensuales dependiendo de cuánto la uses y de su eficiencia energética.

Factores que influyen en el gasto energético de una Smart TV

Mucho se habla de la eficiencia de los electrodomésticos, pero en el caso de las televisores inteligentes hay varios elementos que marcan la diferencia en el consumo final. Vamos a ver los más importantes:

1. Tecnología de la pantalla: Las TV de tipo LED y OLED consumen menos que las LCD convencionales o las antiguas de plasma. Los modelos OLED suelen ser los más eficientes actualmente. Si quieres saber qué tecnología se ajusta mejor a tus necesidades de consumo, te recomendamos consultar las diferencias en esta comparativa entre QLED y OLED.
2. Tamaño de la pantalla: Cuantas más pulgadas, mayor es la energía necesaria para iluminar la imagen, así que las pantallas de 75” pueden requerir el triple de energía que una de 32”.
3. Brillo y contraste: Los televisores configurados a máxima luminosidad incrementan notablemente el consumo eléctrico. Una tele muy brillante no solo te encandila, sino que te sube la factura.
4. Volumen y altavoces: Aunque el consumo por el sonido es mucho menor que el de la pantalla, cuanto mayor sea la potencia de los altavoces, más energía emplea el sistema global.
5. Antigüedad y eficiencia energética: Los modelos más nuevos con etiqueta A o superior (A+, A++) están optimizados para consumir menos. Los antiguos pueden disparar el gasto eléctrico.
6. Funciones extra: Opciones como WiFi permanente, sensores de movimiento, Bluetooth o conectores múltiples pueden añadir un pequeño pero constante gasto energético, incluso estando en espera.

Consumos habituales según tipo de pantalla y pulgadas

Para poder comparar, aquí tienes una tabla orientativa con el consumo anual estimado según tecnología de pantalla y tamaño:

Pulgadas	Plasma (kWh/año)	LCD (kWh/año)	LED (kWh/año)
32”	100	115	43
40”	170	150	50
42”	200	175	65
55”	256	200	99
75”	300	270	143

Las Smart TV LED y OLED de última generación consumen menos que los modelos antiguos y que los plasmas. Por ejemplo, una tele LED de 32 pulgadas puede gastar solo 43 kWh al año, frente a los 100 kWh de un plasma similar. Cuanto mayor sea el tamaño y la tecnología más antigua, mayor es el consumo.

¿Qué ocurre con el modo de espera o standby?

Mucha gente piensa que apagar la tele desde el mando es suficiente, pero la realidad es que el modo de espera sigue consumiendo electricidad, aunque sea en pequeñas cantidades. Este fenómeno se conoce como “consumo fantasma”.

Los televisores modernos suelen consumir entre 0,5 y 3 vatios en modo standby. Si bien parece insignificante, sumado durante todo un año y multiplicado por varios dispositivos, puede suponer hasta 17 kWh anuales extras en un modelo LCD de 37 pulgadas, lo que ronda los 3 euros al año. En modelos más grandes o antiguos, incluso llega a los 4 o 5 euros anuales.

Según varios estudios, el consumo en modo de espera representa entre un 2,25% y un 5% del consumo total que tendría el televisor encendido. Así que si quieres reducir al máximo la factura, apaga completamente la tele o desconéctala.

Cómo calcular el consumo de tu televisión

Calcular lo que gasta tu televisor es muy sencillo. Sólo necesitas saber la potencia del equipo (en vatios o W), el precio del kWh de tu tarifa eléctrica y las horas de uso diario. Aquí tienes la fórmula básica:

• Consumo diario (kWh) = Potencia (kW) x Horas de uso
• Gasto mensual = Consumo diario x 30 días x Precio del kWh

Por ejemplo, si tu televisor consume 0,1 kW (100 W) y la usas 4 horas al día:

• 0,1 kW x 4 = 0,4 kWh diarios
• Si el precio del kWh es 0,20 €, entonces gastas 0,08 € cada día
• En un mes, unos 2,4 €

Si usas la tele más de 4 horas diarias, multiplica por ese número. Conociendo tus hábitos y el tipo de televisor, podrás ajustar mejor tu presupuesto.

¿Cuánto cuesta dejar la TV encendida todo el día?

Dejar la televisión encendida durante 24 horas puede salirte caro. Por ejemplo, con una tele de 32 pulgadas y un consumo medio de 150 W/h:

• 24 horas x 150 W = 3.600 Wh o 3,6 kWh diarios
• Si el kWh te cuesta 0,25 €, pagas 0,90 € al día
• En 30 días: 27 € al mes y 324 € al año solo por tener la tele encendida todo el día

Este es un ejemplo extremo, pero muy útil para tomar conciencia del gasto que supone no apagar los electrodomésticos. A esto hay que sumar el “consumo fantasma” si la dejas en standby.

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¿Qué influye al elegir una Smart TV eficiente?

Si te estás planteando comprar una televisión nueva, fíjate en la etiqueta energética (clasificación de la A a la G, y en algunos casos A++), la potencia en vatios y el consumo anual estimado en kWh (que suele venir en la ficha técnica). Para entender mejor las diferencias, también puedes consultar .

Elige modelos con la etiqueta ENERGY STAR o categoría A. Aunque sean algo más caros al principio, amortizas la diferencia en pocos meses gracias al ahorro en la factura eléctrica.

Además, apuesta por pantallas de tamaño razonable para tu estancia: no tiene sentido comprar una televisión de 75” para un dormitorio pequeño, ya que no solo consume más, sino que la experiencia visual no mejora proporcionalmente.

Tecnologías de pantalla y su impacto en el gasto

Las diferentes tecnologías de pantalla consumen cantidades distintas de electricidad.

• Plasma: Tienen excelente calidad de imagen, pero su consumo es elevado y suelen quedar obsoletas respecto a eficiencia.
• LCD: Mejoran el consumo respecto a plasma, pero están por detrás de las LED y OLED.
• LED: Son la opción más popular por su bajo consumo y buena relación calidad-precio.
• OLED: Ofrecen el mejor contraste y colores, y suelen ser los más eficientes en modelos nuevos.

El avance en la investigación de tecnologías de retroiluminación, como LED o microLED, ayuda a que los televisores sean cada vez más eficientes y sostenibles.

¿Por qué las Smart TV consumen más que los modelos antiguos?

Las Smart TV cuentan con funciones adicionales como conectividad WiFi, Bluetooth, apps de streaming, asistentes de voz y otras tecnologías que, aunque mejoran la experiencia, aumentan ligeramente el consumo energético.

De hecho, un Smart TV puede llegar a consumir varias veces más que un modelo convencional si se le da un uso intensivo, sobre todo si se opta por una pantalla de gran formato y brillo elevado.

La transmisión constante de señal WiFi, la conexión a plataformas en streaming o la utilización de funciones automáticas puede elevar el gasto total incluso cuando no estamos usando activamente todas esas opciones.

Cómo reducir el consumo energético de tu Smart TV

El ahorro puede estar en pequeños gestos y en el propio uso que le damos al televisor. A continuación, repasamos los mejores trucos para optimizar el consumo energético de tu Smart TV:

• Apaga el televisor por completo cuando no lo uses, en lugar de dejarlo en espera.
• Ajusta el brillo y el contraste a los niveles justos para cada situación.
• Desactiva funciones extra que no utilices con regularidad, como sensores, Bluetooth o apps en segundo plano.
• Activa el modo ahorro de energía incorporado en la mayoría de los televisores nuevos, que ajustan automáticamente ciertos parámetros para gastar menos electricidad.
• Desconecta dispositivos externos que no estés usando, como consolas, altavoces, pendrives o decodificadores.

Si eres de los que utiliza la televisión solo como fondo musical, activa el modo “solo audio” o baja el brillo de la pantalla al mínimo para evitar el despilfarro energético.

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¿La resolución y la calidad de imagen afectan al consumo eléctrico?

Sí. Cuanta más resolución y calidad de imagen tenga la pantalla, mayor será el consumo. Las TV 4K, 8K o con HDR requieren más potencia para procesar y mostrar imagen de alta definición y colores más vivos. Eso sí, las últimas generaciones de Smart TV han mejorado mucho en eficiencia respecto a los modelos de hace unos años.

De nuevo, consulta la etiqueta energética y la ficha técnica para ver el consumo real del modelo que te interesa antes de comprarlo.

Cálculo práctico: ¿Cómo saber el gasto exacto de tu televisor?

Supongamos que tienes una tele de 55” LED con un consumo de 99 kWh al año, la usas 5 horas diarias y el precio del kWh es 0,20 €:

• Consumo anual: 99 kWh x 0,20 € = 19,8 €
• Uso diario: 5 horas supone alrededor de 0,27 kWh/día
• Consumo mensual: 0,27 x 30 = 8,1 kWh; 8,1 x 0,20 = 1,62 €/mes

Recuerda que estos cálculos varían según el modelo, tarifas y uso real, pero sirven como referencia orientativa.

¿Qué sucede si tienes varios televisores en casa?

En muchos hogares hay más de un televisor. Multiplica el consumo de cada uno por el número de aparatos y tendrás un impacto mucho más alto sobre la factura eléctrica y la huella de carbono. Desconectar los que no se utilicen y evitar el modo stand by es esencial si quieres ahorrar de verdad.

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Consejos para elegir una Smart TV eficiente

A la hora de renovar tu equipo, busca siempre la mejor clasificación energética posible. Antes de decidirte, compara consumos, precios y funcionalidades. A veces, invertir un poco más en eficiencia te permitirá recuperar la inversión en cuestión de meses con el ahorro que obtienes en la factura.

Piensa también en el tamaño adecuado para el espacio donde vayas a colocarla. Y si quieres rizar el rizo, opta por modelos que incorporen sistemas de gestión inteligente de energía y sensores de apagado automático.

Conocer con detalle el consumo de tu Smart TV y aplicar los consejos para optimizarlo te permitirá disfrutar de tus contenidos favoritos con mucha más tranquilidad, sabiendo que no estás tirando el dinero ni contribuyendo inútilmente al cambio climático. Tomando simples medidas y ajustando la configuración de tu televisor ya puedes marcar una diferencia para tu bolsillo y para el planeta.

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